Han pasado dos años. La policía cerco toda la iglesia. Se iba descubriendo restos humanos encerrados en los armarios y puertas cerradas, que tuvieron que forzar. En total se hallaron 26 cadáveres de niños y niñas.
Yo sabia esto porque, veranee en el antiguo pueblo de mis tíos, donde solo quedo sus casa y la de mis familiares. La policía la acordono durante un año pero solo encontraron restos personales como ropa y utensilios propios. Todos fueron donados a nuestra familia ya que, a pesar de denunciar la desaparición como el cuerpo de Angela; aún no habían dado con el paradero.
Los vecinos no daban crédito a la tragedia. Nunca habían sabido que Godofredo "sotana mojada" fuera un perturbado, ya que el daba las misas alegremente y el olor a incienso y humedad mezclados, era cosa de la vejez. Ahora la iglesia era un sitio de descanso donde se pusieron velas para venerar a los niños y niñas muertos y aquellos que se perdieron con Godofredo.
Una noche en casa de mis tíos recordé la pesadilla que viví ese día. Mis padres se negaron a ir conmigo ya que eran protestantes. Y allí estaba Angela, mirándome al acabar la pesadilla diciéndome: "Ve a la colina detrás de la iglesia".
Me desperté en mitad de la noche, agarré una linterna y fui a la colina. Al final de la colina había un falso arbusto, el cual quite. Allí había un gran arcón de madera viejo. Lo abrí y allí estaba el precioso vestido de comunión pero no el cuerpo de Angela. Tenía bordado sus iniciales en la etiqueta en la espalda. Me quede perplejo. Debajo del vestido estaba el diario de Godofredo.
Hay se hallaba el registro de todos los niños y niñas que habían hecho la comunión y cientos de recibos, donde prácticamente regalaban dinero al padre Godofredo. Además de una historia donde explica que el junto con sus hermanos hacían una Semana Santa donde iban predicando sus crímenes y homicidios con tronos de Jesús y La Virgen María como si fueran zombies.
Había una carta que decía en letras en sangre en el cuaderno. ¡Ahora iré a por tu hermana!
Desperté de la pesadilla y en eso mi madre empezó a gritar. Tenía contracciones. La llegada de una nueva vida estaba próxima. Al cabo de unas horas la pequeña Azucena nació en el hospital de "RavenRain".
Estaba cansado por el largo viaje hecho de RavenRain hacia el hospital en el coche de mi padre. Vi por la tele que en un pueblo al norte se celebraría una gran fiesta en honor a la niña del millón que había hecho la comunión. Y quien daría su santa bendición era el padre Godofredo "sotana mojada" que decía alegremente que la niña estaba sana y lista para ser entregada a Dios mientras se guardaba su cheque firmado por valor de un millón de "Glarnaks". Los entrevistadores no sabían nada de la otra noticia ya que la policía quiso llevar el caso con seguridad. La gente se percato de la cara descompuesta de la joven Matilde.
Su vestido y el banquete iba a ser digno de recordar. Iba a ser la madre de todas las comuniones a lo largo de la historia. El vestido iba a ser hecho de la tela más fina que había. Iba a ver cabaret y mayordomos vestidos con traje de comunión. Todos vestirían igual comensales y invitados.
Todo esto lo supe por la declaración de Godofredo ante las cámaras. Salí de la habitación donde estaba la tele, mi madre no se entero; ya que estaba cansada. Salí fuera y había una patrulla que había recibido el aviso de un caserón se realizaría dicho evento mañana. El policía dio su recibido y le dije:
-Tenga cuidado. ¡Es muy peligroso!
-Tranquilo hijo, ese gordo es coser y cantar. Aqui en RavenRain, cada cosa maligna recibe un disparo en el cogote.
-No sabe lo que dice, ese hombre es un criminal peligroso.
- Chaval, ese tío es un cura que se ha pasado la ley de dios por sus pelotas, literalmente. Será mejor que reciba el castigo que los jueces le impongan.
-Lleveme con usted, puedo serle de ayuda.
- Ni de coña, chaval. Haré guardia y me iré a por ese gordo quita virginidades. Ningún niño o niña vivirá más con miedo.
El policía parecía sacado de una peli de vaqueros. La piel pálida por el poco sol, caballo en vez de coche, un revolver en su cinturón y un gorro comido de polvo con dientes de lobo como adornos. Fumaba una marca de tabaco que no era comerciable. Además de un poncho viejo y botas de cowboy.
-Es usted un afeminado, le dije.
-Hijo, aquí en RavenRain acusar a un policía viril de ser homosexual se castiga con unas bofetadas en la cárcel, me dijo.
Así que me puso unas esposas oxidadas por la lluvia y me monto en el caballo.
Hablo con mis padres y le dijo que estaba descontrolado y merecía un rapapolvos en el calabozo. Mi padre se tuvo que quedar con mi madre al cuidado pero me miro un poco decepcionado por saltarme las normas.
Nos montamos en el caballo negro que portaba y salimos por un sendero. De pronto recibió el aviso de la gente llegando al caserón y me llevo con él.
Llegamos en menos de una hora al caserón. Y me dejo en el caballo.
-Hijo, hoy se acabará el día de ese barrigón. A dios pongo por testigo de que jamás robará ninguna vida más.
Empezó a llover fuerte y el policía se aventuro a entrar con el revolver cargado. Se oyeron gritos y luego disparos. Otra vez el mismo argumento: estofado de tripas humanas, alguien diciendo le ha regalado su madre un ojo, los camareros y cabarets comentando de que hacían los comensales cortándose cuerpos y mutilándose. Luego finalmente más disparos.
La lluvia corroyó las esposas y salte del caballo. Entre en el caserón con la puerta abierta. Y de repente vi a todos los comensales, invitados, camareros y cabarets muertos, acribillados a balazos por los policías. Los policías sujetaban armas modernas, dejando contrariado al armamento del policía que me había arrestado.
¡Otra vez lo ha vuelto ha hacer! Godofredo se partía de risa al ver todo ese baño de sangre y cogió a la niña del pelo y con un tenedor le saco uno de los ojos. Luego se lo comió y con su fuerza la arrojo al aire y como de un plato de tiro se tratase los policías la frieron a tiros dejando una lluvia de sangre.
Godofredo, bailaba al caer las gotas de sangre. Y dijo: Otra victima más, otro salario bien ganado. Esto de ser cura me encanta. Puedes cometer crímenes y cobrar por ello. Y esto de comprar a los policías es la leche.
Otra cosa más, continuo Godofredo, tus tíos al igual que los otros invitados me los he merendado hoy, es más se han dejado sacrificar uno a uno en mi sala de juegos. Y que buenos estaban, fue también un honor que cada uno de los presentes, los haya violado. Oye que se me escapa, esto no es como las películas de miedo que el villano se presenta su malvado plan y empieza una batalla donde el malo muere, no por Dios, matadlo ya.
En esto los policías me frieron a balazos, y casi con mi ultimo aliento al suelo en un charco de sangre, mientras Godofredo "sotana mojada" me susurraba al oído y me decía: Estos son en realidad mis compañeros de crímenes, son los llamados La Orden de los Cuervos, pero como mejor se nos conoce es como "La Cofradía de la Alegría de los Pecados". Luego se bajo la sotana.
Desperté en el hospital con un ataque de nervios. Vi la tele y Godofredo había escapado junto con unos policías del caserón y se hallaron a todos los comensales, camareros, cabarets y invitados muertos. Encontraron el delicado vestido de comunión manchado por la parte de los bajos de sangre, impoluto, por otros lados. Luego en el caserón los comensales e invitados tenían las partes de sus orificios anales como vaginales manchados de sangre, como si alguien se lo hubiera desgarrado, según el forense.
Al parecer ellos también celebraron junto con la pequeña Matilde, la comunión. La cual, la niña en un diario encontrado en su habitación decía contar que le hizo el cura y como sus padres firmaron el acuerdo de entregar su cuerpo a Dios y donaron una gran suma de "Glarknars" al cura. La niña cuenta espantada como tenia pesadillas con el evento ocurrido lo cual ocurrió realmente.
Lo mismo le ocurrió a Angela. Mi querida prima. El paradero de Godofredo es desconocido. Toda mi pesadilla había sido real mientras lo soñé. Aquí una ultima foto de la niña posando en la foto.
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